A Reflection on this Feast of the Annunciation of Mary
la versión en español se encuentra abajo
On this feast of the Annunciation, I found myself praying this morning with Mary. In my prayerful imagination, I believe Mary saw and heard the angel because she was praying, she was looking and listening. God’s message was do not be afraid, I am with you. God’s mission was now go and bring Christ to the world.
Mary was obviously a little confused. Why me? How? What does bringing Christ into the world entail? Despite not understanding all the consequences of this mission, Mary said “yes, let your will be done”.
My devotion to Mary has been life-long going back to my Irish grandma’s devotion. I pray through the intercession of Mary for her fidelity and her courage. In good times and bad, in darkness and in light, Mary was faithfully present with her Son, and courageously standing by his side. When his friends ran away in fear, and denying they ever knew Jesus, Mary sat weeping at the foot of the cross. Her faithful presence and courage brought her joy and peace in seeing Jesus risen from the dead.
I find God’s message to me, perhaps to all of us, is the same, “do not be afraid. God is with us. Go bring Jesus into the world.” I find myself begging for the grace to be faithful to this mission and courageous in being Christ-like today.
I am confused and I am afraid. I pray a lot these days for all of you. In the darkness of these days, I see God is with us and telling us all will be well if we walk with Jesus. I see God’s presence in the many, many notes and prayers that have come to me this past week from so many of you. I see Christ alive in donations that have come in, and our ability to go out to jobless parishioners and offer them gift cards for groceries. I see Christ present when some staff members have offered to have the salaries cut knowing we have bills to pay and less income to pay them. I see Christ alive when so many of you, doctors, nurses, health care workers going to the front line every day to care and love for others. I see God alive in the love of families who are spending a whole lot of time together these days. Let us continue to be faithfully present with Christ and courageously continue to bring his love to others.
In my run this morning, I noted that the daffodils and tulips are about to bloom. In the end, Easter triumphs. In the end, those who walk with Christ will see new life. Let us continue to pray for one another.
With prayers and affection,
Fr. Jim
Reflexión sobre la celebración de la Anunciación de María
por el Reverendo James Gartland, SJ
En la celebración de la Anunciación, me encontré rezando esa mañana con María. Mientras oraba, imaginé que María vio y escuchó al ángel porque estaba orando, estaba atenta y escuchando. El mensaje de Dios era “no tengas miedo, yo estoy contigo”. La misión de Dios ahora era traer a Cristo al mundo.
María estaba obviamente un poco confundida. ¿Por qué yo? ¿Qué implica traer a Cristo al mundo? ¿Cómo? A pesar de no entender todas las consecuencias de esta misión, María dijo “sí, que se haga tu voluntad”.
Mi devoción a María viene de la devoción de mi abuela irlandesa. Rezo por la intercesión de María, por su fidelidad y su valor. En las buenas y en las malas, en la oscuridad y en la luz, María estuvo fielmente presente con su Hijo y valientemente a su lado. Cuando sus amigos huyeron con miedo y negando haber conocido a Jesús, María se sentó llorando al pie de la cruz. Su fiel presencia y valentía le trajeron alegría y paz al ver a Jesús resucitado de la muerte.
Encuentro que el mensaje de Dios para mí y quizás para todos nosotros, es el mismo, “no tengas miedo. Dios está con nosotros. Ve a traer a Jesús al mundo “. Me encuentro rogando por la gracia de ser fiel a esta misión y valiente de ser como Cristo hoy.
Estoy confundido y tengo miedo. Rezo mucho en estos días por todos ustedes. En la oscuridad de estos días, veo que Dios está con nosotros y nos dice que todo estará bien si caminamos con su hijo Jesús. Veo la presencia de Dios en todas las notas y oraciones que me llegaron la semana pasada de tantos de ustedes. Veo a Cristo vivo en todas las donaciones que hemos recibido y en nuestra capacidad de salir a los feligreses desempleados y ofrecerles tarjetas de regalo para que puedan adquierir comida. Veo a Cristo presente cuando algunos miembros de nuestro personal han ofrecido recortar sus salarios sabiendo que tenemos facturas que pagar y menos ingresos para pagarles. Veo a Cristo vivo cuando
muchos de ustedes, médicos, enfermeras, trabajadores de la salud van a la línea de fuego todos los días para cuidar y amar a los demás. Veo a Dios vivo en el amor de las familias que pasan mucho tiempo juntas en estos días.
Sigamos estando fielmente presentes con Cristo y sigamos valientemente llevando su amor a los demás.
Mientras corría esta mañana, noté que los narcisos y los tulipanes están a punto de florecer. Al final, la Pascua siempre triunfa. Al final, aquellos que caminan con Cristo verán una nueva vida. Sigamos orando los unos por los otros.
Con afecto y oración
Padre Jim